La República Dominicana comenzó este miércoles a enviar ayuda a la hermana y vecina República de Haití, para atender a miles de personas afectadas por el terrible temblor de tierra de este martes.Autorizadas por el presidente Leonel Fernández, las autoridades dominicanas llegaron tempranito este miércoles a la frontera, para distribuir desde allí ayudas en agua potable, alimentos enlatados y cocidos, siendo la primera nación en llevar ayuda al empobrecido país.
Los directivos de la Cruz Roja Dominicana junto a la Cruz Roja Internacional canalizaron de inmediato la ayuda enviada por el Gobierno dominicano, de acuerdo con el periodista Rafael Núñez, vocero de prensa del gobierno de Fernández.
La ayuda se canaliza por los Comedores Económicos, el Inapa coordina la transportación de agua potable, Salud Pública habilitó hospitales en la frontera, el titular de las Fuerzas Armadas investiga “in situ” las calamidades sufridas y las posibles alternativas de ayuda.
Por mandato de Fernández, casi todo el aparato del Gobierno dominicano se ha trasladado hasta la frontera y dentro de Haití, a fin de palpar los daños y asumir los planes de entrega de las ayudas.
El panorama de Haití es definido por muchos de “caótico” pero tanto autoridades dominicanas como otras recién llegadas a territorio haitiano coordinan la mejor forma de enfrentar el deprimente espectáculo.
Miles de personas fallecidas, otras atrapadas en escombros de edificaciones colapsadas, desaparecidos, cuerpos por doquiera y rostros que asombran al más incrédulo de los humanos es el panorama que arropa a Puerto Príncipe y a sus barrios más emblemáticos.
Pareciera que un diluvio cayó anoche sobre la capital haitiana envuelto en un sismo de 7.3 grados que no había ocurrido nunca antes.
Hoy llegó un primer convoy de 12 camiones con alimentos, agua y otros artículos que de inmediato fueron distribuidos entre personas necesitadas y angustiadas pero que hasta el momento se comportan con paciencia.
Rafael Núñez informó desde Jimaní que la corriente de solidaridad con el pueblo haitiano se mantendrá hasta donde sea necesario.
La comitiva enviada por el presidente Fernández comprobó en vuelos en helicópteros y por tierra los daños causados por el sismo que se sintió en tierra dominicana a las 5:55 de la tarde de manera fuerte, aunque sin hacer dañó.
El primer secretario de la Embajada dominicana en Haití, José Santana, resaltó el esfuerzo hecho por el Gobierno dominicano en la ayuda al gobierno y pueblo haitianos.
Destacó que dos helicópteros recogen personas heridas y las trasladan al hospital de Jimaní, en un continuo ir y venir que no cesa.
Además, informó que miembros de la Defensa Civil dominicana buscan personas en los escombros, para prestarle atenciones de inmediato.
“Es tétrico, hay una amplia zona destruida, todo parece increíble que haya sucedido en sólo unos minutos”, afirmó Santana.
Otras instituciones dominicanas que trabajan son Obras Públicas, Dirección de Fronteras, Inapa, perros caninos para buscar cadáveres o sobrevivientes, la CAASD, Plan Social de la Presidencia que entrega comida cocida, entre otras.
Las autoridades haitianas encabezadas por su presidente René Préval y su primer ministro han lamentado la catástrofe sísmica, solicitado ayuda al mundo y paciencia a sus conciudadanos.
Hasta el Palacio de gobierno en la capital Puerto Príncipe sufrió severos daños al igual que edificios de empresas nacionales e internacionales, hospitales, escuelas, hoteles y otros de firme estructura. Todo se vino abajo, dicen algunos.
El Papa Benedicto XVI, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el presidente norteamericano Barak Obama, el brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva y otros han comenzado a solicitar y enviar ayuda a Haití.
Los gobiernos de Francia, Canadá, Venezuela y otros han enviado ayuda desde este miércoles para encarar el mayor desastre ocurrido en el Caribe en los últimos 200 años.
Después del sismo de ayer de 7.3 grados, hubo otras 24 réplicas fuertes que sacudieron a la capital haitiana y sus empobrecidos barrios, según el Instituto Geofísico de los Estados Unidos de América.
La tragedia enluta además a familias de ciudadanos chinos, chilenos, brasileños, dominicanos y de otras muchas nacionalidades que laboraban en diferentes áreas en la república más pobre del
