EL CAIRO, (AFP) - El ejército egipcio pidió este miércoles a los  manifestantes regresar a sus hogares, un día después que el presidente  Hosni Mubarak anunciara que no buscaría un nuevo mandato en septiembre,  pero los opositores que piden su renuncia mantuvieron su llamado a una  nueva protesta el viernes.   
El régimen egipcio adoptó varias medidas para tratar de normalizar la  situación, al día siguiente de las marchas que movilizaron a más de un  millón de personas en todo el país pero que sólo consiguieron que  Mubarak, de 82 años, en el poder desde 1981, anunciara que descartaba  buscar un nuevo mandato en septiembre.   El ejército, que el lunes se  había granjeado la simpatía de los manifestantes al considerar  "legítimas" sus reivindicaciones populares, los instó el miércoles a  poner fin a su movilización.   
"El ejército llama a los manifestantes a retornar a sus hogares para  restablecer la seguridad y la estabilidad en las calles", declaró el  portavoz castrense. 
Como medida apaciguadora, Mubarak decidió aliviar el toque de queda,  que cientos de miles de personas desacataban de todas formas en los  últimos días. A partir del miércoles, la medida regirá desde las 17H00  locales, en lugar de las 15H00, y se prolongará hasta las 07H00 en lugar  de las 08H00.   La voluntad de normalización de un país paralizado por  la rebelión desde hace diez días se reflejó además en el  restablecimiento parcial de las conexiones a internet.   
El Parlamento suspendió sus sesiones hasta la revisión de los  resultados de las elecciones legislativas celebradas el 28 de noviembre y  5 de diciembre, que fueron denunciadas por la oposición como  fraudulentas.